Me provoca gran perplejidad observar las reacciones habidas al respecto de las recientes elecciones gallegas y vascas en los medios de comunicación. Mientras que los resultados de los comicios gallegos son vistos con mayor o menor agrado, dependiendo del color del cristal con el que suele mirar la realidad el tertuliano de turno (incluyendo las posibles subastas por el ya archiconocido Audi de Touriño), no sucede lo mismo con las elecciones al Parlamento Vasco. Los nuevos apóstoles del "pensamiento libre" nos invocan a sus sanedrines diarios (tanto en emisoras de radio como en televisiones digitales, sin olvidar sus tradicionales columnas de opinión en periódicos y revistas), para comunicarnos lo asustados, alegres o indecisos que están acerca del reparto de escaños.
Todo el mundo tenemos una opinión formada sobre los resultados de las elecciones vascas. Unos opinan que ha de ser el PNV quien gobierne, al tener la mayor parte de los votos. No obstante, es cierto que una hipotética unión del PSE con el PP les otorgaría la Lehendakaritza y que, como señalan algunos análistas políticos, ya es hora de que entren "nuevos aires" y de que "se levanten las alfombras". En ese caso, cabe preguntarse si han de levantarse también las mismas alfombras en otras comunidades autónomas donde históricamente ha vencido siempre el mismo partido. O, por ir más lejos aún, y si asumimos que existe una democracia y son los votantes quienes han elegido a uno u otro gobernante, sería conveniente reflexionar acerca de quienes son los "tertulianos " para hacer saber a esos votantes que se han equivocado a la hora de emitir sufragio.
La verdad es que la situación del País Vasco puede ser más o menos preocupante tras las votaciones, pero el tiempo dará o quitará razones. Lo que el tiempo ya ha dictado es la sentencia acerca del pobre votante, ignorante, que decide obrar de buena voluntad y votar la opción que más le complazca. Tome la decisión que tome, algún analista tendrá a bien rebatir su prudencia o su buen criterio. No parece necesario señalar que la mayor parte de los comentarios que se escuchan en las tertulias radiofónicas son tendenciosos, y que la mayor parte de los ciudadanos que las oyen saben "de qué pie cojean" cada uno de los invitados a esas mesas de opinión.
No obstante, y en los últimos casos tratados a fondo en este tipo de programas (desde los trajes de Camps y los espías de Esperanza hasta las cacerías de Bermejo y las conferencias de Garzón), me ha parecido detectar un tono a homilia dominical tanto por los tertulianos más escorados a la derecha como a la izquierda. El pueblo llano, el votante desencantado ante tanta triquiñuela (por ser prudente en la expresión), ve cómo, además de ser posiblemente estafado por sus políticos, aquellas personas en las que delegó su confianza, es también objeto de burla por parte de sus acólitos, tertulianos de distinto pelaje que adoctrinan a sus seguidores más fieles.
¿Es ésta una imagen plural, equilibrada, de la información del siglo XXI? ¿Cuál ha de ser la posición del lector u oyente ante este tipo de "periodismo"?
¿Es, en definitiva, más importante la verdad (la noticia) o la verosimilitud (la opinión)?
miércoles, 11 de marzo de 2009
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Lamentablemente, y tras varias semanas desde que los resultados se hicieran públicos, seguimos sin noticias al respecto de la composición del Parlamento Vasco. Naturalmente, los tertulianos tienen más madera para seguir su cruzada diaria. La solución, en breve. O quizás no.
ResponderEliminarhola amigos, he visto la pelicula y es muy buena, pero pienso que merece tambien la pena la musica,sobre todo el baile del final,por cierto ,en alguna publicidad de la television lo han medioimitado,un saludo
ResponderEliminarPienso que estamos en una pura dictadura por parte de los periodistas y que los mismos pueden dar un vuelco importante a cualquier cosa que se propongan. Así como también , no hay ninguno independiente, pues todos estan escorados hacía un lado u otro. ¿Entonces a quién creer? ¿Quién dice la verdad?
ResponderEliminarRosa
Estoy en desacuerdo con el comentario de rosapefa, ya que si bien es posible que vivamos una dictadura encubierta, ésta es debida a la clase política, principio de corruptelas, malversaciones favoritismos y otros azotes a la liberdad individual que menoscaban nuestra independencia.
ResponderEliminarY si no, ¿Quienes son los culpables del estado de la Justicia, del despilfarro de nuestros impuestos y de tantos y tantos males que afectan a nuestra sociedad?.
La desilución por el modelo democrático por el que nos regimos, ha hecho mella en nuestro ánimo, por lo que algún día toda esa clase política, tendrá que rendir cuentas.
Respecto al comentario de José Manuel , he de decir que cada cual ha de ser consecuente con sus ideas y no dejarse influir por los demás, ya sean directores de periodicos, politicos y otros poderes .Yo me pregunto ¿porque los politicos, han de estar metidos en todos los ámbitos? lease Justicia ,Cajas de Ahorros , periodicos.
ResponderEliminarMe gustaría creer , que los ciudadanos podemos poner a cada cual donde le corresponde, de lo contrario ¿esto es una dictadura!
A medida que pasa el tiempo se va perfilando la situación política que han dejado las elecciones en las dos comunidades. En la gallega, está claro, vuelve el PP. En la vasca, se está aclarando. La estratégica alianza entre PSE y PP desbanca por primera vez al PNV del gobierno euskaldún. Estos se van "chirriando los dientes" diciendo que son la mayoría. Los otros se están repartiendo las poltronas y pactando los cambios que realizarán. Unos y otros son políticos y esto es democrácia, así que a aguantarse.Lo importante es que callen para siempre las armas y termine la violencia etarra. Y cuando lleguen las elecciones a otras comunidades, quizás ocurra lo mismo, depende de la "memoria" que tengamos los votantes de renovar o perpetuar a los gobernandes.
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