sábado, 27 de febrero de 2010

ESCRITO

¡ Ya estamos aquí otra vez ¡

Cada vez que me pongo delante de un folio en blanco, me entra pánico; no sé si sabré explicarlo: es una sensación extraña. Aún queriendo exponer algo con sentido y, teniendo en mis pensamientos algo que explicar, hay como un sexto sentido que me impide desarrollar la tarea correctamente.

En primer lugar, no encuentro un tema atractivo para desarrollar; y en segundo lugar, aun habiendo pensando en uno, no sé si sabría sacar el tema adelante.

Hablar por hablar o, en este caso, escribir sobre algo por que lo ha mandado el profesor, me parece estupendo. El problema que me asalta sigue siendo el mismo: ¿Qué tema sería interesante?, ¿ Estará a la altura de mis compañeros?, ¿ Irá a la papelera, cómo casi siempre?, ¿ Sabré expresar lo que quiero decir?

Ya me sudan las manos…, ya me entra calor en la cara…, ya se me hace un nudo en el estómago… y, como siempre,… dejo aparcado el tema.

Cuando tenga una inspiración, tipo musa, o se me encienda la bombilla de las ideas, entonces me pondré a ello, de momento, no encuentro nada satisfactorio que decir.

¡ Cuánto envidio a los escritores ¡ Seguro que esto no les pasa, claro. También es cierto que ellos son profesionales de las letras y yo, pues nada, solo una aprendiz y no de las mejores.

África Canillada Huerta

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