A T C : ALMACEN TEMPORAL CENTRALIZADO
Con este eufemismo se denomina lo que comúnmente llamamos cementerio nuclear, un almacén, temporal y centralizado, ubicado donde el gobierno decida dentro de la larga lista de candidatos.
La creación de este almacén viene motivado, por la aprobación en el Congreso de Diputados de una proposición no de ley en abril del 2009, la cual concentró una unanimidad (rara en nuestros días ) de todos los grupos parlamentarios de la cámara. Estos, siguiendo directrices europeas y ejemplos en otros países ya establecidos, crearon las bases para la realización de uno propio y posiblemente también, forzados por el enorme gasto que supone tener que almacenar nuestros residuos en el extranjero, que viene a ser un coste aproximado de 60.000 €/dia.
Estos residuos, no podemos negarlo, están ahí: los hemos generado, los estamos generando y los generaremos en un futuro, más todavía si tenemos que desmantelar las centrales nucleares viejas que irán concluyendo su vida activa a lo largo de los próximos años. No solamente esto: la medicina nuclear también los genera y aunque de mucha menos actividad, también son destinados a ocupar un espacio en este almacén. Por lo tanto, no nos engañemos, todo esto necesita un tratamiento riguroso y adecuado.
Indudablemente, una instalación de este tipo genera un gran impacto paisajístico, medioambiental y en la población. La superficie a reservar por ello es de 20Ha. Además se ha de crear una red de infraestructuras (carreteras, líneas eléctricas, obra civil, etc.) que forzosamente variarán el entorno paisajístico. No solamente esto: una concentración elevada de residuos radiactivos en un punto concreto hace que los alrededores, no sólo el municipio de ubicación sino toda la zona colindante, experimente un aumento de la radioactividad ambiental que debe ser rigurosamente controlada con el fin de no sobrepasar los límites máximos establecidos.
Hemos podido observar que a pesar de la peligrosidad y la modificación sustancial del entorno, son muchos los Ayuntamientos que han solicitado la ubicación en su propio municipio. No cabe duda que la inversión de 540 M €, la creación de un parque empresarial y un centro tecnológico dedicado a la investigación para el aprovechamiento de los residuos allí depositados, despiertan el interés de muchos pueblos interiores en vías de desaparecer y siempre es más positivo el desarrollo “controlado” de una zona, que hacer que desaparezca por inanición, puesto que toda esta infraestructura debe conducir a la potenciación de otras industrias como la hostelera, servicios, talleres auxiliares etc.,que salven la zona de su despoblación y abandono.
Podemos por ello decir, que la infraestructura mencionada puede ser de gran utilidad, siempre que se tenga en cuenta que el impacto es zonal y por lo tanto necesita de un notable consenso en la comunidad circundante. Que exista un riguroso plan de seguridad para la zona dentro del radio de afectación de los posibles accidentes que pudieran acontecer y por último, que el centro de investigación trabaje y dé soluciones definitivas para el uso o reciclaje de unos residuos peligrosos que durante tanto tiempo se ha dicho que tenían solución, pero esta nunca ha llegado y la constatación de ello es que se siguen almacenando.
Teniendo en cuenta lo anteriormente observado, solo resta que la Comisión Interministerial seleccione de entre los candidatos, la zona que geográfica y geológicamente sea la más adecuada y que los partidos políticos se abstengan de capitalizar un tema que dejaron consensuado en el Congreso, su turno ya pasó .
VICENTE GALI CARDA
martes, 2 de marzo de 2010
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