miércoles, 3 de marzo de 2010

LES COLUMBRETES

En medio del mar, a unas quince millas marítimas, frente a nuestras costas, se localiza el archipiélago de Las Columbretes, formado por cuatro agrupaciones de islotes. Cada grupo recibe el nombre de su isla más importante: “L’illa Grossa, la Forada, la Ferrera i el Carallot”. Asentadas sobre un fondo marino de 80 metros de profundidad son de origen volcánico, como lo demuestra su morfología (forma de cráter)y los materiales que las forman.

El archipiélago toma el nombre de la palabra “Colubraria”, tal como la denominaban los romanos debido a la numerosa colonia de serpientes que las habitaban.

Hasta finales del siglo XIX estuvo deshabitado y sus oquedades servían de refugio de piratas y contrabandistas, También eran utilizadas como protección de las embarcaciones en noche de temporal, pues buscaban el refugio del puerto natural de la isla más importante “L’Illa Grossa”.

En 1860 comienza la construcción del faro en L’Illa Grossa y, a partir de su puesta en marcha, la isla es habitada por los fareros y sus familias hasta que se automatiza el faro y vuelven a encontrarse deshabitadas.

Con la llegada del hombre a la isla comienza la degradación del medio, conservado virgen hasta ese momento. Se provoca un incendio para acabar con la víboras, se introducen animales domésticos (cabras, cerdos, conejos…) que acabaron con la mayoría de su vegetación y, además, la poca leña que había se utilizaba para calefacción. No siendo suficiente con esto, fueron utilizadas como campo de tiro de nuestras fuerzas navales y de otros países aliados.

Cuando los fareros abandonaron las islas se produjo un movimiento ecológico solicitando la protección de las islas ya que, debido a su enclave, es lugar de nidificación de aves marinas como la gavina corsa (Sólo se encontraba en columbretes) y también un lugar de reposo de numerosas especies de aves migratorias en su larga travesía de Europa a África y viceversa (cormorán moñudo, pardela cenicienta, halcon Leonor…).

Como consecuencia de los movimientos a favor de la protección de las islas y a una mayor conciencia ecológica, el Consell de la Generalitat Valenciana lo declara parque natural en 1988. A partir de ese momento se instala un servicio de vigilancia y se regulan las visitas a la isla. Posteriormente en 1990 son declaradas reserva marina por el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, prohibiendo la pesca en ellas y en la zona limitada a su alrededor.

A causa de las medidas tomadas para proteger al archipiélago, el número de parejas que nidificaban allí se ha multiplicado y se han extendido a otros lugares del litoral valenciano. En cuanto a los animales terrestres sigue existiendo la lagartija de columbretes así como cantidad de escorpiones propios de las islas.
Así mismo, gracias a la protección de sus aguas, algunas de las especies marinas se han regenerado, como la tortuga marina, y otras se han multiplicado como el “mero” prácticamente inexistente y que ya se vuelve a ver en nuestras lonjas.

Es pues de agradecer a todos aquellos que se preocupan de crear espacios protegidos y de conservarlos la regeneración de nuestras islas Columbretes tan queridas por la gente del mar y cantadas por nuestros poetas y músicos.

Últimamente se oyen rumores y aparecen comentarios en prensa sobre posibles prospecciones petrolíferas en la zona de Columbretes. Esperemos que nuestros políticos tengan a bien no consentir tales pruebas y que sigan abogando por lo que tantos años nos ha costado conseguir.


Mª Luisa Miralles Cumba

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