La jubilación supone dejar de trabajar, en lo que habitualmente es la actividad diaria de cada uno. A partir de ese momento hay que cambiar unos hábitos muy arraigados por otros nuevos que cada uno tiene que procurarse.
La jubilación, como todo en esta vida, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Una de las cosas más positivas que tiene, bajo mi punto de vista, es el disponer de tiempo libre para poder hacer lo que uno quiere, en el momento que quiere.
Se ha terminado un horario rígido por obligación, una actividad monótonamente similar o parecida cada día y una tensión y responsabilidad que, en algunos casos, puede ser extrema.
Es a partir de entonces cuando se tiene tiempo para el ocio, para dedicarse a lo que más te gusta; tiempo para dedicar a la familia, al cónyuge, a los hijos y, si uno tiene la fortuna de tenerlos, a los nietos.
Debería ser por lo tanto, una época de la vida agradable, relajada y feliz. Pero, no cabe duda, también tiene sus inconvenientes. El mero hecho de jubilarse supone tener una edad avanzada, que en el caso de acogerse a la fecha establecida, es tener 65 años. A esa edad pueden empezar a aparecer, si no han aparecido antes, algunas enfermedades o bien algunas limitaciones sensitivas o físicas, como la vista, el oído, la motricidad, etc. Suele ocurrir también, que si no se ha hecho en esta vida más que trabajar, dejar de hacerlo de la noche a la mañana puede ser verdaderamente traumático. Es también un periodo en el que, por lo general, los ingresos económicos, pueden mermar consideradamente, al tener que depender de una pensión, que normalmente es inferior al salario que se cobraba mientras se trabajaba.
Así pues, hay que prepararse para la jubilación, hay que buscar verdaderas aficiones y practicarlas. Hay que saber distribuirse el tiempo, que es mucho cada día, en actividades lúdicas, deportivas, intelectuales, solidarias, familiares, etc.
Es importante no caer en el sedentarismo, la melancolía, el aislamiento de las amistades, porque entonces, en vez de ser la época de la vida del “JÚBILO”, se puede convertir en la época de la depresión, de la tristeza y de la vejez prematura, lo que puede llevar directo y a toda velocidad a la situación menos deseable de nuestra vida y a la de los que nos rodean y nos quieren.
lunes, 1 de marzo de 2010
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