martes, 2 de marzo de 2010

INMIGRANTES DE PAISES DEL ESTE EN ESPAÑA

La migración es algo que ha pasado siempre a lo largo de la existencia humana. Algo diferente, un desplazamiento en masa, ocurrió después de la caída del MURO DE BERLIN, también conocido como “el muro de la vergüenza”, que separó dos mundos: el socialismo-comunismo y el capitalismo.

Antes del año 1989, los “escapes” de los países del este eran esporádicos, pero después de esa fecha, como ya era legal salir, comenzaron a ser cada vez mas numerosos. Voy a referirme especialmente a los inmigrantes de Rumania. Estos han tenido etapas diferentes en función de las circunstancias políticas en la que se encontraba el país. Desde 1989 hasta enero de 2002, los rumanos no podían llegar a España sin un visado. Para llegar aquí, como el consulado Español de Bucarest tampoco concedía este visado, las personas tenían que dar un recorrido por otros países de la Unión Europea teniendo otros visados, para poder llegar a España, habitualmente de forma ilegal. Desde enero de 2002 ya era libre salir legalmente tres meses a la Unión Europea (segunda etapa). En estas dos etapas la gente se quedaban en el país de acogida como personas “sin papeles”, necesitando una posterior legalización. A partir de enero de 2007 cuando Rumanía entró a formar parte de la Unión Europea, ya todas las personas tenían derecho a salir y residir en Unión Europea y, por supuesto, también en España – la tercera etapa. Ahora tenían derecho a residir, pero al principio, no a trabajar si no venían con un contrato de trabajo.

La calidad de la gente y los fines que tenían al llegar a España eran bastante diferentes y como conclusión puedo decir “QUE HAY DE TODOS”.
La percepción de los españoles sobre los recién venidos ha sido diferente con el paso del tiempo. Al principio los “del Este” eran bien recibidos, eran como “ellos mismos” y también eran trabajadores. Tenían el respecto y la compresión que necesitaban. Con el tiempo el número de personas que llegaron, pertenecían a distintos niveles de cultura y educación, y de allí comenzó el rechazo hacia ellos , que con el tiempo ha traído una mutua respuesta. Pienso que el fenómeno debe ser atendido y se impone la necesidad de educar a todas las personas para que se acepten mutuamente, dejar saber que la variedad de culturas atrae una riqueza también para el país que recibe a los extranjeros.

La integración de los inmigrantes se empieza con su legalización, con los derechos y por supuesto los obligaciones que tienen en ámbito laboral, cultural y social.
La legalización se ha realizado en etapas a través de: ”los cupos” anuales, y después a través de la “Regularización general“ del año 2001, coninuada el año 2005, y con los previstos en la “Ley de extranjería” sobre derechos y obligaciones de los extranjeros, se puede hablar de una base de la integración.

En un principio la gente necesita ayuda: no sólo material, sino que le proporcionen mayor información para poder entender las leyes y lugares adonde dirigirse para poder resolver toda la clase de problemas: legalización, alquiler, empadronamiento, estudios,enmatriculacion, nacimientos, casamientos, sanitarias, jurídicas, sociales, legalización de documentos etc. etc. En Castellón, A.I.P.E la “Asociación de Inmigrantes de los Países del Este“ se fundó en abril de 2001 con este fin y ha logrado responder a estas necesidades, incluso otras necesidades culturales, de diversión y integración, con éxito, tanto en Castellón y en otras localidades de la Comunidad Valenciana, como también a veces en otros sitios del territorio nacional, motivo por lo cual desde el año 2003 su actividad ha sido subvencionada en un gran porcentaje por Conselleria de Bienestar social de la Comunidad Valenciana.
En esta ciudad, con una alta proporción de habitantes extranjeros, especialmente rumanos, podría decirse que hay una maravillosa integración en todos los ámbitos.

Excepciones hay, como en cualquier sitio o cualquier asunto, pero sin llegar a ser significativas.

A.P.

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