Hasta la primavera del 2010 yo era una persona alegre, no tenía problemas, hacía de mi vida lo que quería, no me faltaba de nada; en una palabra... era muy feliz.
A partir de ese momento todo cambió. Problemas familiares, sentimentales, me ví obligado por las circunstancias a efectuar otra clase de vida.
Medité hasta la saciedad: ¿Qué debía hacer? ¿Cambiar de ambientes, dejar mis hobis, mi deporte, mis amigos habituales, mis entornos, etc?
Llegué a la conclusión que, como yo mismo me habia demostrado en alguna ocasión de mi vida, soy fuerte psicologicamente, y estos traspiés no tenían que variar del todo mi forma de ser y actuar.
Me acordé que en varias ocasiones fuí invitado a empezar una nueva vida en la Universidad. Así lo hice. Me matriculé y empecé a asistir a las clases en el mes de Septiembre.
Aquí convivo dos dias a la semana, por las tardes, con personas, algunas conocidas, otras no. Hablamos, contamos cosas nuestras, de la Universidad, de las clases, de los horarios de autobuses, de hijos... En una palabra, hago y digo cosas que antes no hacía ni decía.
Al principio fué muy duro para mi, ya que tuve pérdidas de personas muy queridas y que todos los dias me acuerdo de ellos, pero Dios habrá querido llevárselas para poder atender otras obligaciones con las que ahora me encuentro.
Mi objetivo en la UJI es poder hacer amigos/amigas, poder llegar algún dia a intimar con ellos, cambiar impresiones y tener conversaciones que me aparten un poco de mi vida cotidiana, hacer los trabajos que en equipo nos mandan y ayudar en lo que pueda a mis compañeros; eso sí, todo ello sin agobio.
Si algún día la Uji llega a agobiarme, dejaré de asistir. Hoy por hoy, estoy y voy muy a gusto con todas las compañeras y compañeros con los que tengo relación y espero que en el tiempo, lo tenga con muchos más.
jotacepe.
martes, 22 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario