Texto muy interesante: disfrutadlo.
¿ES INDEPENDIENTE LA PRENSA?
Contrariamente a lo que les ocurre a los ensayistas o personas que escriben artículos de opinión, a mí no me gusta escribir; paso un mal rato haciéndolo porque me da la impresión que el grifo por el que deben fluir las ideas de mi mente al papel debe estar algo atascado, y la verdad es que no se me ocurre nada original ni divertido.
En fin, voy a pensar que soy alguien a quien pagan por palabras y que me veo en la necesidad de escribir “algo” que ocupe entre seiscientas y ochocientas palabras. ¿Por qué? Pues simplemente porque a mi profesor de redacción se le ha ocurrido la brillante idea de mandarnos deberes para casa ¡Dios mío, a estas alturas de mi vida! Pero lo peor del caso es que yo soy tan cumplidora de mi obligación que me compensa más invertir un par de horas redactando este texto que estar toda la semana con mala conciencia. Y luego viene la segunda parte ¡Qué mal se me da el Word”. Pero “don't panic”: algo saldrá de aquí. Voy a hacer como Lope de Vega con el soneto que le mandó hacer Violante que “burla burlando ya van…”
Pero vamos a centrarnos en el tema que nos ocupa.
No es lo más frecuente escribir sobre periodismo o periodistas sino todo lo contrario, son los periodistas quienes escriben sobre todos y sobre todo, con más o menos acierto, evidentemente.
Si de la prensa local hablamos ¿qué hace que un periódico circunscrito a una ciudad venda más que otro de las mismas características? Realmente y, aunque parezca extraño, no se debe ni a que sus artículos de opinión (pocos) sean mejores, ni a que haya mas o menos páginas impresas en color, ni se debe a su tendencia política, ya que, en ocasiones, el periódico de mayor aceptación y por tanto de mayor tirada, es tan anodino que realmente no se adivina a qué color político pertenece.
Lo que yo creo que da el éxito a la prensa local es que el equipo directivo del mismo tenga muy claro lo qué está buscando el lector cuando abre un periódico de este tipo. A mi juicio, el que compra el periódico lo que pretende es, ni más ni menos, saber cuales son los acontecimientos relevantes de su ciudad. En realidad pretende encontrar un magazín informativo, es decir, que cuando acabe de leer sus escasas páginas sepa: quién ha fallecido (primordial), cuáles son las farmacias de guardia, la programación de la televisión o si ha variado la cartelera de los cines. Bueno, y si eso va aderezado con algún pequeño cotilleo sobre política local o sobre algún que otro político, pues “miel sobre hojuelas”, pues para leer buenos artículos de opinión, ahí están los periódicos nacionales de gran tirada .
La verdad es que la prensa en general ha dado un gran giro en los últimos tiempos, desde cuando había una tirada diaria de prensa escrita hasta ahora en que, si existe cualquier acontecimiento relevante, inmediatamente sale a la calle una edición especial, y ello por no hablar de las ediciones digitales en las que la inmediatez es prácticamente total. Esto en cuanto a rapidez en el conocimiento de la noticia.
Si a lo que nos remitimos es a la especialización de la información, entonces nos encontramos con un vasto campo de periódicos, revistas, etc., de modo que si alguien quiere saber de economía, hay cantidad de publicaciones de esta índole; si lo que quiere es saber cómo debe vestirse el próximo invierno o cómo decorar la casa, exactamente lo mismo, y así sucesivamente hasta abarcar temas prácticamente inimaginables. Increíble, pero cierto: TODOS los temas están tratados de forma individualizada de una u otra forma.
Como se habrá podido advertir a estas alturas de mi “ensayo”, no soy nada polémica, ni pretendo que mi escrito lo sea; para ello, para provocar y polemizar, ya tengo a mis compañeros, a quienes ésto les apasiona. Así pues voy a seguir reflexionando sobre del periodismo en cuanto a la veracidad de las noticias que ofrece.
Pocas veces la noticia aparece en un periódico de manera sencilla y aséptica. La mayor parte de las veces se deforma o tergiversa a gusto del periodista que la ofrece, quizá no voluntariamente sino en base al medio en que el debe ser publicada. Al respecto, escuché en una ocasión una conferencia de la periodista Rosa Mª Calaf que me dejó verdaderamente inquieta. Según la citada reportera, a veces se producían algunos acontecimientos de gran relevancia que no llegaban a formar parte de ningún informativo, bien porque había otras noticias que ofrecer, bien para no poner en riesgo unas negociaciones, un tratado o simplemente por cuestiones comerciales o de “marketing”. En fin, lo que yo saqué en conclusión de aquella brillante charla fue que las buenas noticias no venden: las únicas que agotan las tiradas de los periódicos son las catastrofistas y que además interesa que se conozcan.
En fin, con estas breves reflexiones espero, por lo menos , no haber sido reiterativa en los temas que, me imagino, van a ser tratados por mas de uno: “prensa versus política”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me gusta. Tiene un punto de espontaneidad que lo hace parecer, y digo parecer, ingenuo.
ResponderEliminar