domingo, 15 de noviembre de 2009

La prensa

Otro interesante ensayo. Leedlo.



LA PRENSA

Cuando Juan Carlos nos dio a conocer el nuevo tema del trabajo de clase me quedé algo perpleja: ¿La prensa? ¿Este medio tan desconocido y, a la vez, tan próximo a mí?
Sin embargo, pensé en lo que nos dijo Juan Carlos sobre lo que era un ensayo, así que me dije: “No puedo opinar de lo que no conozco, pero sí que puedo decir lo que pienso”. Y es que, como decía don Ramón de Campoamor: “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.” Don Ramón de Campoamor habló con visión de futuro; nadie puede negar la verdad que encierran estas “divinas palabras".

Yo, a través de mi cristal transparente como el agua clara, voy a exponer mi punto de vista.

Si he de decir la verdad, reconozco que no soy asidua a ninguna prensa, sea extranjera o nacional. Es más, lo digo abiertamente; no me gusta la prensa. Por una parte porque es muy incómodo leer esas páginas demasiado grandes, sin sujeción de ninguna clase, demasiada letra que sólo de mirarla ya se me indigesta. Y, por otra parte, y es lo peor, se cuentan verdades a medias. “Es obvio, hay que llenar las páginas”.

Sé que lo que digo suena a incultura; lo siento, pero es “mi verdad”. Pienso que hoy en día, ya no hace falta recurrir a la prensa para enterarnos de los acontecimientos que, por otra parte, llegan tarde. En la actualidad, tenemos medios mucho mejores y más rápidos que la propia prensa. Por ejemplo, la radio, un medio de comunicación muy directa y poderosa; también contamos con la televisión, aunque en segundo lugar (a mi modo de ver), si bien tiene un gancho impresionante: en ocasiones es cierto el dicho y vale más una imagen que mil palabras; y por supuesto, el medio por excelencia es hoy sin duda alguna, Internet. Sin embargo, no dudo de que la palabra escrita perdure con el tiempo, mientras que en los medios audiovisuales se pierden en el aire. Así y todo, yo no creo que la prensa sea imprescindible.

Bajo estas reflexiones, me pregunto: ¿qué papel cumple la prensa en estos tiempos? Bueno, como papel, lo que a papel se refiere, sí que “vale para mucho”, y me remito a otra época, cuando se carecía del papel de usar y tirar, de bolsas de plástico y de tantos productos de limpieza de los que ahora tenemos. El papel de periódico, era el multiusos de aquella época: una vez que se había leído el periódico se usaba igual para limpiar cristales que para hacer para envoltorios, e incluso para hacerse gorritos para protegerse del sol en cualquier espectáculo al aire libre, etc. Yo recuerdo que los usaba para forrarme los libros, (cosa que aún acostumbro a hacer). De pequeña recuerdo también cuando mi padre se iba al huerto en moto y mi madre insistía en que se pusiera un periódico doblado debajo de la camisa para resguardarse del frío ,y también recuerdo ver a mi padre enfrascado en la lectura detrás de esas enormes hojas y que sólo se le veían las manos sujetando el periódico y daba la sensación de que no estaba allí: el periódico se convertía en un muro de separación.

Desde hace algunos años, en casa ha entrado mucha prensa, debido a que hay periodistas en la familia. Yo, en todo caso, me leo los titulares y si algo me llama la atención, no lo paso por alto, por supuesto que no. Valoro los artículos con fundamento, y me duele que estos artículos a menudo tan interesantes, estén escritos en un papel que la mayoría de las veces vaya a parar al cubo de la basura.

Yo los he usado muchas veces, para resguardar el suelo de alguna que otra escapadita fisiológica de mi perrito. Ellos, los perritos que tuvimos, me demostraron que ese resistente y sufrido papel, les salvaba de muchos apuros nocturnos…

A propósito de esto os contaré una anécdota que me ocurrió en casa de mi hijo en Barcelona: fuimos mi marido, mi hija y el perrito, a visitar a nuestro hijo que por aquel entonces estaba trabajando allí. Por la noche lavé el suelo de la cocina y se me ocurrió dejar en el suelo varias hojas de un periódico, (no recuerdo cuál) por si acaso el perrito, ya se sabe… Como mi perrito era asiduo a la prensa en general, ¡ya os podéis imaginar lo que pasó! Al levantarnos por la mañana vi las hojas del periódico todas mojadas, y a mi hija toda enfadada con el perro, y conmigo. Al parecer habíamos infringido “las normas de la ley periodística”. De pronto vi a mi hija decidida a recuperar “la información”; así, cogió cada una de las hojas, las sacó a la terraza para que se secaran al sol… Yo me quedé atónita viendo cómo habían cambiado de color y perfume, pero aún más al ver que mi hija no tuviera ningún escrúpulo en seguir leyéndolas. Pensé: ¿serán así los periodistas? ¿Por eso se dice que no tienen escrúpulos?

Y… entonces me vino al pensamiento lo que dijo, tan sabiamente, Don Ramón de Campoamor, y llego a la conclusión de que no es tan mala la prensa, pues cada cual hace uso de ella según le va, y es que… "en este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira".

Y ésta es mi verdad, de lo que pienso de la prensa en general.

JF

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