Sr. Director.
He dejado pasar unos días antes de escribir estas líneas porque la prudencia me aconseja no hablar cuando estoy enojada, y así me encontraba el pasado 1 de Noviembre (fiesta de Todos los Santos) que después de poner las más bonitas flores en la tumba de mis padres recordándoles con muchísimo cariño, asistí a la misa que “POR TODOS LOS DIFUNTOS” se celebraba en la capilla del Nuevo Cementerio.
Todo transcurría con normalidad pero… cual fue mi sorpresa cuando el sacerdote oficiante comenzó a pedir en particular por los difuntos de la familia….de la familia….de don… de doña….(aquí los nombres)
Las personas que allí nos encontrábamos habíamos ido a rezar por nuestros familiares y amigos, uniéndonos en la oración con todos los que al igual que nosotros tenían allí a sus difuntos y no me pareció ni por el día ni por el motivo de su celebración (por todos los difuntos) adecuado para intenciones particulares.
Para el próximo año preguntaré si debo pagar para que la misa que se celebra en el cementerio por” todos los difuntos “pueda aplicarse a mis familiares. O mejor, me quedo reflexionando sobre los débiles pilares en que se asientan nuestras creencias, porque ni en la muerte somos todos iguales.
Atentamente. M.L. (Aquí además de mi nombre incluiría el DNI y el numero de teléfono.)
sábado, 28 de noviembre de 2009
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