Fui al cine a ver “El discurso del Rey”. En realidad, pocas veces se me ocurre ir a ver éste tipo de pelis, ya que siempre he pensado que son un poco rollazos, pesadas, inacabables y que nunca contaban nada nuevo. Hablo en pasado porque desde ahora lo haré en presente pues ahora voy a opinar después de ver y no de creer.
Me gustó desde el principio, pero sobre todo, el hecho de cómo una persona es capaz de luchar contra sus propios miedos, complejos….etc., aunque creamos que por ser “quienes son” lo tienen “todo”, y en realidad son personas como nosotros, con los mismos sentimientos en el momento en que se despojan de títulos, poder, y de la importancia de una buena y desinteresada compañía a tu lado, llámese esposa, amigo, maestro…. al lado.
El argumento de la película simplemente es el camino que tiene que recorrer Jorge VI, en realidad era el príncipe Alberto, Berty para los amigos, hasta llegar al trono al abdicar su hermano y al no poder rehusar él, con el lastre grandísimo que suponía para él el ser tartaja o mejor dicho tartamudo.
Acomplejado, introvertido e incomprendido, incluso maltratado por su nany, llega a casarse con una gran mujer que a la vez es su apoyo y la que no se cansa de buscar especialistas que le ayuden a corregir su defecto.
A partir de aquí vas desnudando al personaje “real” y te quedas con el “ser humano” aunque acabas dándote cuenta de que al final, cada uno está en su sitio y más las clases no privilegiadas, y todos tenemos necesidades básicas como tener amigos, confianza, oídos ajenos que te escuchen y que lo que nos diferencia a unos de otros estriba en expresarlo o no.
Excelente película, histórica, humana, didáctica y sobre todo “RECOMENDADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS”
Gloria
jueves, 31 de marzo de 2011
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