lunes, 14 de marzo de 2011

ELECCIONES AUTONOMICAS Y MUNICIPALES

El próximo mes de Mayo iniciaremos un proceso electoral que considero fundamental, como es la elección de nuestros representantes en las administraciones autonómica y local.

Motivado por la crisis han salido algunas voces, más o menos autorizadas, cuestionando el sistema de las autonomías, lo cual me parece perfecto siempre que se hiciese con argumentación y no descalificando de plano. Es una buena praxis cuestionar las cosas haciéndonos preguntas y buscando respuestas; de hecho, así nació la filosofía de los clásicos en Atenas.

Daré mis argumentos para reafirmar la importancia y necesidad de las mismas, con tres puntos de debate:
- La descentralización administrativa como motor del desarrollo.
- Acercar el poder al ciudadano, supone una mejor elección de las necesidades reales.
- El tan comentado gasto que supone el sistema.

El sistema autonómico ha contribuido de forma determinante al cambio experimentado en este país; a la vista está que esa gestión hubiese sido imposible desde un Estado centralizado, lo que hubiera hecho imposible de vertebrar todos los territorios.
Nuestro país es pluricultural, con todo lo que supone de distintas necesidades y prioridades. El mejor conocimiento del territorio y las necesidades de sus ciudadanos se tiene desde la proximidad de los poderes políticos, facilitando la rapidez de las decisiones.

Finalmente, y acerca del tan manido exceso de gasto, aprovecharé para introducir dos conceptos que me preocupan: fraude fiscal y corrupción.

Es imprescindible mejorar la eficacia de la Agencia Tributaria, poniendo los medios necesarios. No podemos considerarnos una democracia aceptando una bolsa de fraude estimada en 250000 millones de euros. Por otra parte, la autonomía fiscal, como tienen los vascos y los catalanes, reclama el concierto económico; ésta debería hacerse más pronto que tarde, estableciendo los mecanismos para evitar los desequilibrios entre autonomías.

Sobre la corrupción no podemos permanecer impasibles e impotentes, aceptándola como algo difícil de erradicar, pero si situarla a niveles de los países de referencia nuestros. Estamos en el ultimo lugar según transparencia internacional, lugar 23, contando solamente países referenciales, donde tan sólo no se tienen en cuenta países dictatoriales o democracias ficticias. Para conseguir este objetivo hay que tener tolerancia cero: la sociedad debe aislar a los corruptos allí donde los detectemos, sin darles cobertura.

Por supuesto hay que racionalizar el gasto en estas administraciones, con la crisis hemos eliminado Ministerios, Doncellerías, ¿ y las Diputaciones?, en definitiva una remodelación en profundidad; la Administración Central debe tener los Ministerios llamados básicos del Estado y el resto su papel meramente de coordinador de ciertas políticas, pero no duplicar administraciones.

Podemos pensar que este artículo es un tanto utópico, pero siempre tenemos que tener la utopía como referencia, como motor de los cambios en la sociedad.

Recorramos juntos este camino de la utopía con una mochila repleta de valores éticos y de ciudadanía con respeto por los demás. Así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario