jueves, 31 de marzo de 2011

LA DAMA DE BLANCO

El pasado mes de Agosto un grupo de amigos, mi marido y yo, hicimos un viaje por Escocia visitando varios castillos.
Durante la mañana visitábamos los castillos y por la tarde paseábamos por la ciudad donde teníamos el hotel. El viaje fue magnifico pero el último día, fue un día que nunca olvidare.
Este día la visita fue al revés: por la mañana visitamos una pequeña ciudad muy bonita en la parte norte del país, y por la noche nos llevaron a un esplendido palacio-castillo medieval.
Llegamos sobre al siete de la tarde y en recepción nos dieron las llaves de nuestras habitaciones. Nuestra habitación era maravillosa, estaba en la parte del castillo, toda ella de piedra con un mobiliario del siglo 15º o 16º y una cama preciosa del mismo estilo, el curto de baño era muy espacioso pero no tenía retretes, estos estaban en el medio del largo pasillo que conducía a las habitaciones.
Cenamos sobres la ocho de la noche, nos sirvieron en un largo comedor con solo una mesa y una gran chimenea en le centro, éramos un grupo de franceses y nosotros, una cena espléndida tipo medieval, la sobremesa fue larga.
Sobre las once nos fuimos a la cama. De golpe oí extraño ruido que me despertó, encendí la luz, mi marido esta durmiendo, miré el reloj, eran las tres de la madrugada, el ruido parecía venir del pasillo, salté de la cama y asome la cabeza para ver que pasaba, el pasillo estaba un poco oscuro pero no se vía a nadie, así que aproveche la ocasión para ir al retrete, ya de vuelta a nuestra habitación, observe que una puerta a mi derecha se abría, me giré y vi salir de la habitación, a mujer de unos treinta años con un brillante vestido blanco que me miro y desapareció como flotando a lo largo del pasillo en unos instantes.
Entré en la habitación asustada, desperté a mi marido y le conté lo que me había ocurrido, no le dio mucha importancia, tal vez los franceses estaban de juerga me comentó. Su respuesta no consiguió calmarme y tarde mucho en dormirme.
A la mañana siguiente no hice ningún comentario de lo acaecido al resto del grupo. Después del desayuno, empezamos la visita al Palacio. Era muy grande y hermoso y nos gusto a todos mucho.
Al final de la visita, que duró mas de dos horas, nos agasajaron con un aperitivo en un gran salón, lleno de bandera colgando del techo y con muchos retratos de personajes. Nos llamó a todos la atención un cuadro muy grande que estaba encima de un mueble escritorio muy antiguo al fondo del salón, nos acercamos a verlo y de repente un escalofrío recorrió mi cuerpo. Se trataba de la joven que vi salir corriendo de la habitación, llevaba puesto el mismo vestido blanco, mi marido y yo nos miramos y nos pusimos a leer un escrito que estaba debajo del cuadro. “Lady Miriam Shaftesbury 1531-1563” mi marido viéndome sobresaltada me abrazó.
Preguntamos a nuestro guía para saber de quien se trataba, era la hija del conde de Shaftesbury señor del Palacio, que había desaparecido sin dejar rastro en el mes de Agosto de 1563 y que las gentes de los contornos comentan que cada año, por esta fechas, ronda por el Palacio.

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