Con los precedentes de Túnez y Egipto, la petición de libertad y democracia en Libia ha supuesto un baño de sangre entre la población de este país, debido al inmovilismo de Muammar el Gadafi, sus hijos, sus allegados y partidarios, que han llegado a traer mercenarios para poder mantenerse en el poder a cualquier precio, provocando que la población civil trate de huir aterrada y horrorizada hacia las fronteras de los países limítrofes, Túnez y Egipto, así como la masiva salida de extranjeros cualquier medio principalmente barcos y aviones fletados por los distintos países que tenían súbditos en Libia.
La revolución nacida en Bengasi y con continuación en Tobruk, Al Baida y otras poblaciones del este de Libia ha llevado al dictador libio, atrincherado en Trípoli, a masacrar a su pueblo hasta el punto de que la ONU decrete el embargo de los bienes del dictador, su familia y allegados, así como a paralizar los fondos libios en el extranjero, a pesar de las reticencias de Rusia y China, que han manifestado un posible veto a estas acciones.
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, de acuerdo con la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el pasado fin de semana, abrirá una investigación para poder determinar si hay base suficiente para considerar que los presuntos crímenes cometidos desde el pasado 12 de Febrero en Libia se ajustan a la jurisdicción de la C.P.I. La fiscalía está en contacto permanente con las Naciones Unidas,la Liga Árabe y la Unión Africana.
Europa ha reaccionado con tibieza, debido a que Libia es un país suministrador de petróleo y gas natural a la mayoría de los países que constituyen la Unión Europea, aunque en estos últimos días han adoptado por unanimidad una postura de condena, solicitando al coronel Gadafi el cese de los enfrentamientos armados, así como el abandono del poder para dar paso a una verdadera democracia. Por su parte el dictador libio ha amenazado con miles de muertos si los Estados Unidos o los países que componen la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) entran en el país.
Los rebeldes opositores al régimen han formado en Bengasi el Consejo Nacional, formado por 30 representantes de todo el país, cinco de ellos elegidos por los jóvenes que iniciaron las revueltas iniciadas el 16 de Febrero, como paso previo a la formación de un gobierno provisional. Este órgano está presidido por el ex ministro de justicia Mustafá Abdelyalil y Abdelhafiz Hoga como vicepresidente y portavoz.
Una vez formado el Consejo Nacional han pedido formalmente a la ONU que lancen un ataque aéreo contra "los mercenarios" del régimen de Gadafi.
La Liga de Estados Árabes ha hecho un llamamiento para que cese la violencia y analizo nuevas medidas entre las que se incluyen la imposicion de una zona de exclusión sobre Libia
Manuel Holgado
martes, 15 de marzo de 2011
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