Mi reflexión giraba en torno a credos y religiones. Comencé por los clásicos que tenían a Zeus como su dios principal. Pero encontré también una cantidad enorme de dioses y mensajeros divinos, con enrevesadas historias que los griegos aceptaban entonces y que hoy son apenas creíbles. Luego cabe pensar que el origen de las mismas no es divino, pues detrás de ellas se entrevé siempre la mano del hombre.
La humanidad siempre ha tenido la necesidad de creer en algún ser superior al que poder recurrir cuando se tiene algún problema. Así, los romanos adoptaban todos los dioses que poseía el enemigo, a medida que iban conquistando tierras, Cuando ya casi era imposible contarlos, comenzó una religión monoteísta, la cristiana. También en el resto del mundo aparecieron religiones, miles de ellas.
Hoy en día las que más adeptos tienen son las monoteístas: cristianismo, budismo e islamismo. En todas ellas hay escritos sagrados, como el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, el Corán. Hay parábolas, metáforas y alegorías, que han sido escritas e interpretadas por seres humanos.
Sí que en casi todas se habla de sanaciones y milagros, pero no se ve nada de sobrenatural o divino. En el caso de los apóstoles sus escritos los redactaron bastantes años después de ocurridos los hechos. Si nos fijamos cuando varias personas ven un acontecimiento, y al poco tiempo lo cuentan, cada una tiene una versión distinta.
Pienso que todas las religiones tienen partes buenas. Sirven para que mucha gente encuentre un alivio espiritual en el que refugiarse cuando se tienen problemas. Pero cuando uno se pregunta el porqué de ciertas afirmaciones que son raramente explicables, si no se tiene fe son difíciles de comprender. Uno duda.
Casi todas las religiones hablan de un lugar donde nos reuniremos con nuestros familiares y amigos. Metafóricamente hablando, algunas religiones dicen que somos polvo y en polvo nos convertiremos. Esto puede ser verdad, porque al morir acabamos siendo polvo, átomos en fin, que pueden esparcirse por el mundo y juntarse con otros, los de nuestros familiares y amigos. En algunas religiones hablan de la reencarnación. De esta forma pasar a ser parte de un árbol, sus frutos alimentar a un animal, y así de cualquiera de estas formas, pasaremos a ser parte del Planeta, del sistema Solar, de la Galaxia, de todo el Universo, Padre de todas las cosas, y con El expandirnos, comprimirnos, o pasar a ser un Universo distinto, y así por los siglos de los siglos.
En conclusión, desconozco cuál de las religiones es verdadera o no lo es. Soy agnóstico. Pero si algún día tengo una prueba de que alguna tiene origen verdaderamente divino, no dudare en reconocerlo.
A.R.M.
lunes, 11 de junio de 2012
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