lunes, 11 de junio de 2012

Vacaciones. ¿Camping u hotel?

Me encanta el cámping. Me gusta mucho la naturaleza, ir de excursión con la mochila a la espalda, aunque sude. Subir a lo alto de las montañas, desde donde se pueden apreciar los paisajes más bellos. Ir a los lagos, formados por las aguas de las nieves al derretirse, donde me siento en una piedra y me creo que soy única, que estoy sola. Cruzar los ríos producidos por las mismas aguas. No obstante, lo que más me gusta es la noche, cuando ceno y me siento después de un día duro, por su silencio, su tranquilidad. Levanto los ojos y tengo todo el cielo para mí, con sus estrellas esparcidas por el firmamento. Es entonces cuando el tiempo parece que se pare, es …¡maravilloso!. También hay camping con piscina, animaciones, actividades, donde todo está previsto para disfrutar al máximo de las vacaciones, sobre todo si vas con niños.

Es verdad, estoy en una tienda, donde si llueve, tienes que estar mirando por todas partes para que no te entre el agua. Donde trabajo, hago la colada, plancho, hago la comida, las camas, la limpieza… en fin… pero me da igual; me siento de sobra recompensada por todo lo que he dicho en el primer párrafo.

Ir de hotel no es lo mismo. Allí, si cae el agua estás, al menos, protegida. Las camas te las hacen, la limpieza también, te lavan la ropa, te la planchan, comes lo que hay en la carta y en ese momento te apetece… Tienes el encanto de los pueblos y las visitas culturales. También puedes ir a los mismos sitios estando en un cámping, si has cogido el coche).

Pero yo, sigo prefiriendo el camping, aunque reconozco que estar en un hotel, no está nada mal, sobre todo cuando ya se ha cumplido una cierta edad.



                                                                                                      MOI      1º A

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