jueves, 14 de junio de 2012

MAMÁ, ¿QUÉ HACEMOS ESTAS VACACIONES?


¿Qué debemos hacer en estas vacaciones ante la crisis que estamos atravesando? Llevamos años diciendo que tenemos crisis, pero cada vez hemos ido a peor, y al paso que vamos, vamos a tener más vacaciones, pero malas…
Antiguamente, en la época de nuestros padres, no se estilaba lo de las vacaciones. Si no estabas dentro de un estatus alto, con casas en la montaña o en la mar: los de clase media alquilaban un apartamento en la playa o iban a la montaña. La decisión dependía de si los niños se enfriaban mucho o poco y a los de la clase trabajadora no les quedaba otro remedio que recurrir a casa de los abuelos o la familia en el pueblo, para que los niños y los mayores cambiaran de aires. ¡Cuántas anécdotas reviviríamos de lo que nos contaban nuestros abuelos!
Poco a poco la situación económica fue mejorando para todos. En estos tiempos de mejora, la clase media se podía permitir estar de 15 días a un mes cerca del mar, se llenaban las carreteras de coches, cargaditos de maletas, en la cuales había bañadores, flotadores y todo tipo de cosas para estar todo el día en la playa, típica estampa, multicolor de las película del “destape”. Seguía habiendo gente que no podía hacerlo, y volvían a recurrir a la familia en el pueblo.
Estos últimos años, el modelo de familia ha cambiado un poco: en un matrimonio suelen trabajar los dos, y es difícil hacer coincidir las vacaciones para que puedan estar con los niños; en última instancia tienen que recurrir a los abuelos para que se los lleven donde viven, al parque o al pueblo y algunos, los mandan a la playa con ellos.
La situación va empeorando; hay mucha gente sin trabajo. Al principio, uno de la familia, poco a poco otros, a veces hasta todos... Pensar en las vacaciones es un sueño para muchos, porque el día a día es puro malabarismo, cuadrar cuentas sin que los niños pequeños sospechen nada. ¿Pero qué hacemos si nuestros hijos son mayores y perciben lo que está pasando? ¿Cómo evitar la tristeza de quedarse sin VACACIONES y sin la mezcla de olor a arena, sal y aftersun?
Siempre nos quedará el pueblo; no importa donde vayamos, sino estar rodeados de la gente que nos quiere, disfrutar del ocio, jugar, trasnochar y poder recordar todas esas anécdotas que nos cuentan siempre nuestros mayores.

Mª Carmen

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