martes, 5 de junio de 2012

MENTIRAS, FALSEDAD, DECEPCIÓN

Un líder político debería ser una persona seria, luchadora, que trabajase para la sociedad que le ha votado y que confía en él. En cambio los líderes políticos de hoy en día son todo lo contrario: dicen “votadme y os bajaré los impuestos, mejoraré el estado del bienestar"  y, en cuanto consiguen su sillón, el único estado que mejoran es el suyo propio.

            Hay gran cantidad de líderes políticos corruptos, pero no dimiten nunca; se aferran a su cargo  y, al ser aforados, no pierden ningún privilegio y lo peor de todo es que sus partidos, sean de la índole que sean, les apoyan y hacen todo lo posible para encubrir y alargar los casos en los que estén implicados.

            Y me pregunto ¿por qué será?

            En la actualidad hay infinidad de manifestaciones en contra de los líderes políticos en los países árabes. La gente quiere democracia, vivir mejor, pero a sus líderes políticos no les importa el sufrimiento ajeno y lo único que hacen es masacrar y destruir a su pueblo, sólo por el afán de no perder ellos el poder, continuar viviendo en la opulencia y tener sus cuentas bien abultadas en bancos extranjeros.

            Las personas necesitamos confiar en alguien, mantener vivos unos valores, ser solidarios, pensar que no prima ante todo el poder y la ambición, que siempre vamos a tener una mano tendida tanto para darla, como para recibirla. Yo, pese a todo, aún confío en la raza humana y como no soy política lo último que voy a perder es la “esperanza”.

Clotilde Tierraseca Diaz

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