miércoles, 6 de junio de 2012

¿Es justa la justicia?

Estas pasadas Navidades, el Rey nos dijo que “la justicia es igual para todos”, pero esto en la práctica no es del todo cierto. Hay justicia de primera, para ricos y poderosos que pueden pagar buenos abogados, fianzas y tener trato privilegiado en las cárceles, y justicia de segunda para ciudadanos de a pie. Los casos siguientes así lo indican.
Carlos Fabra, ex presidente de la Diputación de Castellón, que después de varios años, aún no se ha sentado en el banquillo. Por el juzgado de Nules, que instruye su causa, han pasado varios fiscales y hasta ocho jueces. Esta demora procesal ha hecho que algunos casos hayan prescrito.

Jose Luis Nuñez, ex presidente del Fútbol Club Barcelona, que fue sentenciado a 6 años de prisión. Sigue en libertad, solo yendo a firmar cada 15 días.

Mario Conde, ex presidente de Banesto, que fue condenado a 20 años, cumplió 3 y salió con un tercer grado. En la cárcel gozó de una situación privilegiada, no estando con los demás presos.

Francisco Camps que fue absuelto por un juzgado popular. En estos casos se juega con las emociones y creencias de los ciudadanos “el recibir regalos no es para tanto, lo hacen todos” y las simpatías que se puedan sentir por el partido al que pertenece el acusado.

Felix Millet, ex presidente del Palau de la Música, que confesó haber empleado dinero de la Fundación para su beneficio personal, obras en su casa, viajes familiares, bodas de sus hijas….. Estuvo 13 días en prisión de la que salió pagando una fianza, ¿la pagó también el Palau de la Música?

Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial, quien cargó a los presupuestos de dicho organismo 12.996,09 euros por  lujosos viajes de fin de semana. El tema se ha archivado sin investigar, ni tomarle declaración. Un caso de total transparencia.

La Infanta Cristina no ha sido llamada, ni como testigo ni como imputada, a pesar de formar parte de la junta directiva de Noós y de ser copropietaria de Aizoon a la que se desviaron fondos públicos, por lo que se benefició del producto del delito. Por causas parecidas han sido imputadas la mujer del socio de su marido, Isabel Pantoja y Maite Zaldivar entre otras.

A veces la justicia es ciega y muda, por lo que se entiende que se produzca una pérdida de credibilidad por parte de la sociedad.


N. Amat

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