lunes, 11 de junio de 2012

EL CARAJILLO

Los españoles disfrutamos de algunos placeres que son nuestros en exclusiva: la sangría, la siesta, el turrón, los chistes, el ingenio, ... y también el carajillo.
¿Quién no ha probado alguna vez un carajillo? ¿Quién no lo ha tomado después de una buena comida o una buena cena o simplemente para hacer frente a un duro trabajo? Y lo ha disfrutado.
El carajillo español se prepara en un vaso de cristal, con azúcar y ron preferiblemente (pero también se puede preparar con cualquier otro brandy), se le acerca una llama para prender fuego y se remueve con una cucharita para que se evapore el licor. Se le añade el café, unos granos de café, un trocito de limón y otro de canela en rama. Ya tenemos listo nuestro carajillo.
Existen dos teorías sobre el origen del famoso carajillo. Una teoría tiene su origen en  la guerra de Cuba. Cuando ésta era una colonia española, se dice que los soldados, para tomar coraje, bebían café combinado con ron. A este combinado lo llamaban “corajillo”. La segunda teoría tiene su origen en Barcelona, concretamente en la estación de Francia. Los arrieros que esperaban su turno de carga pedían café y copa, pero pedían que se lo mezclaran rapidamente, “que ara guillo” (ahora marcho con prisa).
Está claro, hay que registrar el carajillo con denominación de origen España, antes de que se nos adelante algún país “emergente”. Es todo un placer exclusivamente nuestro. Que nadie lo destruya con falsas imitaciones.
Marieta

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