Con toda seguridad, si mi padre viviera, me diría “hijo, ESPAÑA HA PERDIDO EL NORTE Y EL SUR posiblemente”. Él mismo se preguntaría ¿qué ha pasado con los campos verdes y frondosos de naranjos?, ¿Qué ocurre que los pescadores no pueden vivir de su pesca? ¿Dónde están nuestras fábricas azulejeras, textiles, de fabricación de calzado?, ¿Qué ha pasado que en algunas cajas de ahorro no hay dinero?
En la década de los años 80, en una familia compuesta de padre, madre y tres hijos, trabajando sólo el padre, podían comprar y pagar una vivienda digna para la familia en poco más de 8 años. Mi padre continuaría diciendo ¿Qué es lo que ha pasado, que ahora necesitas 40 años para pagar una vivienda de las mismas características que la de los años 80?
Con toda seguridad, se tomaría algunos segundos para pensar, y seguir preguntándome, ¿pero qué habeis hecho? Si cuando yo estaba ahí, todos los campos de la Plana estaban cultivados, de los cuales vivían una cantidad ingente de familias que también tenían problemas, pero perfectamente vivían de sus tierras, vestían, comían, llevaban una vida digna, y aun eran capaces de ahorrar para el día de mañana. Continuaría diciendo, hijo ¿por qué toda la ropa que vistes está confeccionada fuera de nuestras fronteras? Tendría que explicarle que así es la forma más rapida de obtener beneficio: fabricar con salarios de esclavitud y venderlos en nuestro país, si un poco más baratos, pero con un margen de beneficio extremo, y con una calidad pésima. Pero lo que menos entiendo es que no habiendo dinero en nuestras cajas, cómo se explica que haya tanto dirigente en estas entidades percibiendo unas cantidades desorbitadas, y que sólo dios sabe las tareas que desempeñan.
Querido padre, he llegado a la conclusión siguiente: en tu generación fuisteis trabajadores, generosos, ahorradores, honrados. Hoy en día hay muchas personas que no saben el significado de esas palabras. Por tanto, podemos decir que HEMOS PERDIDO EL NORTE.
JUANMI
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